domingo, abril 01, 2007

Concierto en Cordoba y Villa Giardino

Introducción

Hoy pensaba lo hermoso que es viajar haciendo música. Más aún encontrar compañeros de ruta que nos nutren.
Desde los 16 años viajo sola o acompañada, ávida de visiones nuevas, sabores, olores, y música como el resumen o mejor la síntesis donde todo eso se aúna de una manera sutil.
Me gusta pensarme como Paul Aster: un auto, una ruta, buena música para el camino y buenos copilotos. En auto, avión, velero, bicicleta, caballo o a pie, desde siempre me deje llevar por el movimiento.
He viajado bastante pero este último año y medio ha sido especial. Ha sido la primera vez que recorro el interior de mi país cantando.
Cuando era chica pasaba casi todos mis veranos en Córdoba. La Falda, Huerta Grande, Carlos Paz, eran los lugares donde mis viejos elegían descansar.
Mas adelante, cuando era adolescente y empezaba a gustarme el folclore pase un verano entre San Marcos, Cosquín y Córdoba Capital. Esa vez me acuerdo que pensé que algún día viviría en esta provincia.
No iba a imaginarme que 12 años después iba a ser tan bienvenida.En este lugar encontré músicos excelentes pero además de eso amigos entrañables

Vic al volante, Heleen y yo.

El Falcon de “Renodo”
En esta imagen se puede ver un viaje en el Falcon de Victor (violionista y productor). Antes del concierto nos movimos por todos los sitios haciendo notas en las radios y tocando en vivo.


En La cumbre con Camila (hija de Heleen) antes de ir al río de San Marcos Sierra.

Alejando Zarate: piano; Heleen de Jong: cello; Victor Renaudeau: violín



Concierto en la Escuela de Lenguas de la Universidad de Córdoba.

Este concierto fue uno de los mas hermosos de mi vida. Por un lado nos sentimos absolutamente cómodos con el sonido, las luces y entre nosotros.
Pero lo que lo hizo único fue algo tácito, una emoción en el ambiente, una conexión con el público que hacia que el círculo se completara.
Casi al final del concierto alguien grito ¡Volvé pronto Georgi! Y yo supe que no me iría mas.
Era un día muy fuerte: vísperas del 24 de marzo y yo sentí que esta era la mejor manera de recordar a quienes quisieron borrar de nuestras vidas.
Como dice la canción la llorona: “Hay muertos que no hacen ruido y es mas largo su penar”
El encuentro con la gente fue muy fuerte. Se acercó una chica que tenía su papá desaparecido y me dijo que no había podido ir a la marcha, que tampoco podía quedarse en su casa y que el concierto era lo mejor que le había podido pasar en ese día.
Otra fue una mamá que acababa de parir y esa era su primer salida después del parto. Me contaba que mi disco había acompañado todo su embarazo.
Y estos hechos marcan un hito, hacen que todo tenga sentido.
Para mi ese es el mejor regalo que puedo recibir, saber que mi música puede ser un remanso, un refugio.
Gracias a todos lo que estuvieron esos días y nos apoyaron; en especial a Daniel, Sergio, Fede, Valeria y Silvia.


Heleen, Vic y yo.

Después del Concierto Jorge Alaluf nos invito a comer a su local “Adagio” .

Al día siguiente tocamos en Villa Giardino en “Camino Real”, un local hermosísimo que parece una casita de duendes.
Siempre es como estar en casa: podía ver la carita de cada persona mientras cantaba.
Tocamos con Ale, Heleen, Victor y se sumó Esteban Gutierrez en percusión.